No estoy en la alta literatura, pero creo que todos mis libros están alfabetizados.
Siempre me han gustado los cómics. Cuando era niño, solía leer historias de vaqueros y cómics históricos sobre otros mundos, lugares desconocidos que me sacaba de mí mismo y que ayudó a desarro...
No me gusta la violencia, y yo no tenía intención de escribir el horror, sino que solo se vierte fuera de mí.