Tan fuerte es el vínculo con un hijo que nunca se tuvo como con el que se ha tenido.
Nadie acepta ya que las cosas pasan a veces sin que haya un culpable, o que existe la mala suerte, o que las personas se tuercen y se echan a perder y se buscan ellas solas la desdicha o la ruina.
El autor es el que menos cobra... De la edición de mi novela Corazón tan blanco, por la que el lector paga ocho dólares, yo me llevo solo 40 centavos.
Nos condenamos siempre por lo que decimos, no por lo que hacemos.
No he sido nunca monárquico, ni lo seré, sin duda, pero considero que la imagen del Rey, o de este Rey, al menos, ha sido enormemente beneficiosa
... quien no conoce la risa es susceptible de conocer la pena, y ésta es aún más compleja.
...y lo que me hace levantarme por las mañanas sigue siendo la espera de lo que está por llegar y no se anuncia, es la espera de lo inesperado, y no ceso de fantasear con lo que ha de venir
...mucho antes de que le tocara echar mano de sus recuerdos, fabricados y almacenados pensando en hallar un poco de variedad en la vejez
No todo se puede saber, pero me pone enfermo la impunidad.
Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena q...
Hace ya un siglo que se dejó de educar a los niños para convertirse en adultos. Todo lo contrario: los adultos de nuestra época están educados para seguir siendo niños.
Las mentiras son las mentiras, pero todo tiene su tiempo de ser creído.
Una de las cosas que aprendí de él es la utilización del tiempo, descubrí que un minuto puede durar ochenta páginas.
Uno ignora lo que el tiempo hará de nosotros con sus capas finas que se superponen indistinguibles, en qué es capaz de convertirnos.
Es desolador que algunas cosas no cambien nunca en esencia, aunque también es reconfortante que algo persista, que no se mueva ni un milímetro ni un vocablo.
Todo tiene su tiempo para ser creído.
Los muertos solo tienen la fuerza que los vivos les dan.
No sé cómo no los advirtieron, cómo no se sintieron quemados ni traspasados, mis ojos debían ser como ascuas o agujas.
La vida es muy mala novelista, si uno mete en una novela las cosas que suceden en la vida, que está llena de azares, no hay quien se la crea. La novela es una representación de la vida que no admite...
Y si ya se estuvo en la nada, o en la no existencia, no es tan extraño ni grave regresar a ella.