Frases de Jerónimo Usera

El egoísmo es la muerte de la sociedad y de las familias.

A este Dios veraz y bienhechor del hombre se debe toda acción de gracias.

Si alguna vez las pasiones quieren levantar la cabeza, no os acobardéis por eso; hacedles frente, resistidlas, acudiendo presurosamente a los pies de Jesús Sacramentado.
Deberé decir, para los que no me conozcan, que hace tiempo me he consagrado por entero a los derechos de la raza negra a la que amo en Jesucristo, que es el mejor y más desinteresado amor.

Trabajemos únicamente por Dios diciendo siempre la verdad y haciendo siempre el bien.

Todo dolor, sacrificio, trabajo o alegría tiene una única razón que los sostiene: El Amor de Dios.

Señor, consagro a Ti mi entusiasmo, toda mi hacienda y mi vida con tal de poder realizar la obra de tu amor.
Para que los pueblos sean felices y dichosos, no basta que el interés material ponga en contacto a los unos con los otros; es necesario además que la benevolencia y el verdadero afecto estreche sus ...

Tengan presente que trabajan por Dios y para Dios y de este modo trabajarán con celo y con gusto en medio de los sinsabores y espinas que ofrece el grave cargo del magisterio.

El porvenir del mundo está reservado a la ley santa de Cristo. Ley de amor.

Piensa muy despacio lo que debes decir o hacer.
La vida de Jesús es un modelo nuevo, diferente de todos los demás. De él han de aprender los valores todos los cristianos y especialmente las hermanas del Amor de Dios que han consagrado toda su vi...

Tolerar al extraviado, sufrirlo, prestarle socorro si llega el caso, pero no transigir ni con el error ni con la mentira.
Las ciencias, las artes, y el comercio son una de las columnas más fuertes del edificio social, pero nunca serán la base. La sociedad descansa sobre un cimiento más sólido; sobre la moral.

Jamás olviden las hermanas el fin santo de su vocación, a saber: la enseñanza de las niñas por amor de Dios y para Dios.

Todo por Dios y solo por Dios.

Qué hermoso es servir a los pobre y servirlos tan solo por Amor a Dios.

¡Cuán grande es la fuerza de la verdad!

Soy enemigo de hablar en mi elogio.

Os recomiendo un santa alegría. Ésta acompaña siempre a las buenas conciencias: así como la tristeza es enemiga de todo lo bueno.