Para reforzar el punto, Xcor se sentó al pie de la puerta. Poniendo la espalda contra los paneles. Confiaba en sus soldados con su vida en el campo de batalla, pero había una hermosa y fuerte hembra...
Voy a pasar eso por alto, Z. Pero sólo porque sé cuánto te gusta que te golpeen, y no estoy de humor para hacerte feliz.