Frases de José Luis Coll

Un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando en él se puedan celebrar los partidos de fútbol sin árbitros.

Tremendo contraste entre el crepitar del cuerpo en su comienzo y la paz de las cenizas.

Si es un verdadero amigo, no habrá que perdonarle jamás nada.

Conceder el perdón es el más alto grado de vanidad o de miedo.

El anciano es el aristócrata de la vejez.

Cada quien es como es, y ya bastante desgracia tiene

Cualquier tipo de maldad es el trueno; la ingratitud es el rayo. El trueno asusta, pero el rayo mata

Lo malo de discutir con los imbéciles es que tienes que ponerte a su altura para que te entiendan; y ahí es donde estás perdido, porque ellos saben hacer el imbécil mucho mejor que tú

Lo bueno que tiene morirse es que no hay que madrugar.

En un mundo distinto todo seria diferente.