El mundo va muy bien. Otra mosca come el arroz.
Huye el rocío. En este mundo sucio no hago yo nada.
El aire fresco, en esta dirección. Como Amida llego al Nirvana.
Pulgas. Para ustedes también la noche es soledad y larga.
Lozanía de atardecer. El sabe que la campana redobla el sonido de la vida.
¡Porque así debe ser! Estrenémonos a morir a la sombra de las flores.
La mariposa revolotea como si desesperara en este mundo.
Cansadamente sueña el viejo pino todavía no es Buda.
Una puerta de ramajes y como cerradura un caracol.
Un ser humano una mosca en la gran sala.
Viva inquieta pulga. Por mi mano transfórmate en Buda.
De los orificios de la nariz del Buda. Surge una golondrina.
Aun la cascada más pequeña resuena, fresca es su agua.
Bajo las flores del cerezo pulula y hormiguea la humanidad.
El rocío se dispersa. Hoy una vez más sembraré granos de infierno!.
En la flor de loto cambia el rocío del mundo.
Temblando en las flores silvestres se va la primavera.
Remordimiento: los campesinos cantan mientras yo duermo.
Estoy aquí por estar, y la nieve sigue cayendo.
¡Ah!, ¡ser como un niño el día de Año Nuevo.