Siempre ríe cuando puedas. Es una medicina barata.
Todos los que la alegría ganaría debe compartirla. Felicidad nació un gemelo.
El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar.
Los hombres piensan muy bien de los que se levantan rápidamente en el mundo, y que no se eleva más rápido que el polvo, paja y plumas.
Tengo una gran mente para creer en el cristianismo por el mero placer de imaginarme siendo condenado.
Vosotros Estrellas! que son la poesía del cielo!
Yo sé que dos y dos son cuatro -y me produciría placer si pudiera demostrarlo- aunque debo decir que si por cualquier tipo de razón pudiera demostrar que 2 y 2 son cinco, me daría mucho placer may...
La muerte, así llamda, es una cosa que hace que los hombres lloren. Y sin embargo, una tercera parte de la vida se pasa durmiendo.
Sé el arco iris
en las tormentas de la vida.
El haz de luz de la noche
que sonríe a las nubes,
y pinta el mañana de rayos proféticos.
La ocupada no tienen tiempo para las lágrimas.
No puedo dejar de pensar que la amenaza del infierno hace tantos demonios como los severos códigos penales de la humanidad inhumana hacer villanos.
Aquellos que no razonar, son intolerantes, aquellos que no pueden, son tontos, y los que no se atreven, son esclavos.
Si debemos tener un tirano, le permitió, al menos, ser un caballero que ha sido criado para el negocio, y nos dejes caer por el hacha y no por la cuchilla del carnicero.
Entonces despierta la sensación de infinito, así que me sentí en la soledad, donde estamos menos solos.
El gran arte de la vida es la sensación, sentir que existimos, incluso en el dolor.
Su gran mérito consiste en encontrar el mío -no hay nada tan amable como el discernimiento.
Por placeres pasado, no te aflijas, ni peligros reunir cerca, Mi mayor pesar es que no dejan nada que reclama una lágrima.
El cardenal está al final de su ingenio - es cierto que no tenía que ir muy lejos.
La fama es la sed de la juventud.
Este hombre se libera de las bandas de serviles, de esperanza a subir, o el miedo a caer, señor de sí mismo, aunque no de las tierras, y sin dejar nada, pero tiene todo.