Nadie puede jactarse de no haber sido despreciado alguna vez.
La soledad es para el espíritu lo que el ayuno para el cuerpo, mortal cuando excesivamente larga, aunque necesaria.
La ley no puede igualar la humanidad, a pesar de la naturaleza.
La conciencia es la más variable de todas las reglas
Es falso que la igualdad sea una ley de la naturaleza. La naturaleza no ha hecho nada igual. Su ley es la subordinación y la dependencia.
La desesperación exagera no solo nuestra desdicha, sino también nuestra debilidad
La claridad es el contrapeso de pensamientos profundos.
La paciencia es el arte de confiar.
Solo se puede ser justo siendo humano
La claridad adorna los pensamientos profundos.
Desearíamos mucho menos la estima de los hombres si estuviéramos seguros de ser dignos de ella.
El hombre que sabe sacar ventaja de sus liberalidades posee una grande y noble economía.
Solo muy raramente llegamos a consolarnos de nuestras grandes humillaciones; lo que pasa es que las olvidamos.
Si bien es cierto que nuestras alegrías son cortas, también lo es que la mayoría de nuestros pesares son largos
Quien sabe sufrirlo todo puede intentarlo todo.
El odio de los débiles no es tan peligroso como su amistad.
Adornos Claridad pensamientos profundos.
Ni la ignorancia es falta de talento, ni la sabiduría es prueba de genio
No hay gente más agria que aquellos que son dulces por interés.
Ni la incuria puede envilecer a las almas fuertes, ni la riqueza elevar a los espíritus mezquinos