No ser nada y no amar nada, es lo mismo.
La religión tiene por padre a la miseria y por madre a la imaginación.
Dios no es más que el espíritu humano proyectado al infinito.
Cuanto más crece nuestro conocimiento de los buenos libros, tanto más disminuye el círculo de los hombres cuya compañía nos resulta ingrata.
El hombre dice de Dios aquello que cree de sí mismo.
La sensación es el órgano de lo absoluto.
Para ver un cuadro se requieren muchas cosas, la primera de ellas, una silla.
El profesor instruye y el buen artista aprende hasta su lecho de muerte.
Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que es 'sagrado' para él no es sino la ilusión, ...