Si fuera fácil resolver el problema del hambre en el mundo, no tendríamos hambre.
Llegué a la Presidencia para hacer las cosas que había que hacer y que muchos presidentes antes que yo, por cobardía, no tuvieron valor para hacerlas.
Y yo, que tantas veces fui criticado por no tener un título superior, recibo ahora mi primer diploma: el de presidente de la República de mi país, Brasil. Muchas gracias a todos.
Aprendí a contar hasta diez, a pesar de que solo tengo nueve dedos, para no cometer errores. Un error en cualquier otro gobierno del mundo es otro error, pero en el nuestro, en Brasil, no se puede da...
Al que no le gusta la política corre el riesgo de pasar toda su vida entera siendo mandado por aquel al que le gusta la política.