Frases de Marcel Proust ( 3 )

La vejez es una condena sin derecho a recurso.

El verdadero viaje se hace en la memoria

Aprender a conocer más para amar menos

Lo mismo que el porvenir, el pasado no se saborea todo de una vez, sino grano a grano

El tiempo, que cambia a las personas, no altera la imagen que hemos conservado de ellos.

Todo lo grande en el mundo proviene de los neuróticos. Solo ellos han fundado nuestras religiones y compuesto nuestras obras maestras.
Es en los momentos de enfermedad que nos vemos obligados a reconocer que no vivimos solos, pero encadenado a una criatura de un reino diferente, mundos enteros separados, que no tiene conocimiento de ...

El tiempo pasa, y poco a poco todo lo que hemos hablado en la mentira se convierte en verdad.

Felicidad sirve casi ningún otro propósito que el de hacer posible la infelicidad.

El hábito es una segunda naturaleza que nos impide conocer la primera, de la que no tiene ni la crueldad ni los encantamientos.

Las personas pueden tener diferentes tipos de placer. La verdad es que para los que van a renunciar a los otros.
No hay hombre, por sabio, que no tiene en algún momento de su juventud dicho cosas o vivido de una manera la conciencia de que es tan desagradable para él en la vida posterior que con mucho gusto, s...

La felicidad es beneficioso para el cuerpo, pero es dolor que desarrolla los poderes de la mente.

La mentira es esencial para la humanidad. Ellos son quizás tan importante como la búsqueda del placer y, además, son dictadas por esa búsqueda.

Tres cuartas partes de las enfermedades de las personas inteligentes vienen de su inteligencia. Se necesitan por lo menos un médico que puede entender esta enfermedad.

Nuestras entonaciones contienen nuestra filosofía de la vida, lo que cada uno de nosotros está constantemente diciendo a sí mismo de las cosas.

Somos sanados del sufrimiento solamente cuando lo experimentamos a fondo.

Un cambio en el tiempo es suficiente para recrear el mundo y de nosotros mismos.

Si un poco que soña es peligroso, la curación para ella no es soñar menos, pero soñar más, a soñar todo el tiempo.

Dejemos las mujeres bonitas a los hombres carentes de imaginación.