Marcel Proust el verdadero viaje del descubrimiento. Encuentra docenas de Marcel Proust el verdadero viaje del descubrimiento con fotos para copiar y compartir.
El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos.
El verdadero viaje se hace en la memoria
La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros
A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.
Como todo el que no está enamorado, él piensa que se puede elegir a la persona amada en base a interminables deliberaciones sobre sus ventajas e inconvenientes.
A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.
Vale más soñar la propia vida que vivirla, aunque vivirla es también soñarla.
Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél.
La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra.
Ciertas creencias que no percibimos no por ello son asimilables a un puro vacío, como no lo es el aire que nos envuelve; componen a nuestro alrededor una atmósfera variable, a veces excelente, a men...
Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvemos el de confesar.
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.
Se ha llegado a decir que la más alta alabanza de Dios está en la negación del ateo, que encuentra la Creación lo bastante perfecta como para poder prescindir de un Creador.
Por muy bien hechos que estén los puntos de sutura, se vive con dificultad cuando nuestras vísceras han sido substituidas por la añoranza de una persona; parece que ésta ocupara más lugar que aqu...
El amor es una enfermedad inevitable, dolorosa y fortuita.
La vejez es una condena sin derecho a recurso.
Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama.
Los escritores somos excepcionalmente observadores, en eso somos un poco como los niños. Nosotros no nos fijamos solo en lo que se está diciendo, también observamos el lenguaje corporal. Y todo eso...
La ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje, nunca una llegada.
Las palabras, pronunciadas o tipiadas ya no luchan por consignar el viaje de descubrimiento espiritual. Tal como lo expresó admirablemente Chris Moss (en el Guardian Weekend), [11] por medio de ?el c...
Cada lector se encuentra a sí mismo. El trabajo del escritor es simplemente una clase de instrumento óptico que permite al lector discenir sobre algo propio que, sin el libro, quizá nunca hubiese a...
El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia.
Cierta aristocracia, educada desde la infancia para considerar su nombre como una ventaja interior que nada puede quitarle, sabe que puede evitarse -pues nada le añadirian- los esfuerzos que sin resu...
Una obra de arte que encierre teorías es como un objeto sobre el que se ha dejado la etiqueta del precio.
Allí donde la vida levanta muros, la inteligencia abre una salida.
La ambición embriaga más que la gloria.
Tal vez la inmovilidad de las cosas a nuestro alrededor les viene impuesta por nuestra certeza de que son ellas y no otras, por la inmovilidad de nuestro pensamiento frente a ellas.
Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones.
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotro...
El hombre, que juega perpetuamente entre los dos planos de la experiencia y la imaginación, querría profundizar en la vida ideal de la gente que conoce y conocer a las personas cuya vida ha tenido q...
En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción.
El amor es el espacio y el tiempo medido por el corazón.
Con la conservación de energía que posee todo lo físico, el sufrimiento ni siquiera necesita las lecciones de la memoria: así, un hombre que ha olvidado las hermosas noches que pasó al claro de l...
Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más fisica, recibe, como un reguero de p...
Los grandes señores son casi las únicas personas de las que se puede aprender tanto como de los campesinos; su conversación está adornada con todo lo que se refiere a la tierra, las mansiones tal ...
El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo.
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
Tal como un hombre inteligente no teme parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres cuar...
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ...
Cada clase social tiene su patología.