Cada clase social tiene su patología.
Marcel Proust
No es muy inteligente ni sensible y gozará despreocupadamente de la vida; vivirá sin enterarse de su insignificancia, y ésta es una variante, acaso la única posible, de la felicidad.
Ser o no ser: ése es el dilema.
Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón.
Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados.