Y hay momentos en los que tu entera conciencia está llena con el conocimiento de que algo maravilloso va a suceder.
Los rumores de disconformidad son como estas canciones en la radio que siempre llegan a número uno. Te aprendes la melodía al minuto uno y te empiezan a aburrir al minuto dos.
¿No ha sido capaz esa mirada tuya de evitar que te ocurriera algo malo?