En los últimos años, la idea de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad está dragado solo como último recurso, cuando se hayan agotado todas las opciones alternativas de engaño,...
Es una buena cosa que los columnistas no hacen la homosexualidad de su último tabú más. Pero me gustaría que los columnistas sí saldría demasiado.
Mi pasión es la de Nueva York y la vitalidad que lo hace especial.