El amor, cuando se hace público, aumenta de peso, se convierte en una carga.
Sin saberlo, el hombre compone su vida de acuerdo a las leyes de la belleza, aún en momentos de más profunda desesperación.
Todo en este mundo está perdonado de antemano, y por tanto, todo cínicamente permitido
El amor empieza por una metáfora.
El hombre es un parásito de la vaca, así definiría probablemente un no-hombre al hombre en su zoología.
Los perros son nuestro enlace con el paraíso. Ellos no saben el mal o los celos o el descontento.
La cirugía lleva el imperativo básico de la profesión médica hasta límites extremos, en los que lo humano entra en contacto con lo divino.
Sin darse cuenta, la persona compone su vida de acuerdo a las leyes de la belleza, incluso en los momentos de mayor angustia.
Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como los pájaros a los hombros de San Francisco de Asís.
Pero aquel que no piensa en el cuerpo se convierte más fácilmente en su víctima.
El amor, por definición, es un regalo no merecido
Si no sabemos hacia qué futuro nos lleva el presente, como saber si merece nuestra adhesión, nuestra desconfianza o nuestro odio
La gente, en su mayoría, huye de sus penas hacia el futuro.
Toda utopía comienza siendo un enorme paraíso que tiene como anexo un pequeño campo de concentración para rebeldes a tanta felicidad; con el tiempo, el paraíso mengua en bienaventurados y la pris...
... la fidelidad da unidad a nuestra vida, que, de otro modo, se fragmentaría en miles de impresiones pasajeras como si fueran miles de añicos.
El horror es un impacto, un momento de absoluta ceguera.
El odio nos atrapa por nosotros unirse fuertemente a nuestro adversario.
Negocios solo tiene dos funciones - la comercialización y la innovación.
La cultura se pierden en la sobreproducción, en una avalancha de palabras, en la locura de la cantidad.
En estos días solo puede ser optimista un gran cínico.