Morir por la patria es una gloria; pero son más útiles los que saben hacer morir por la patria a los soldados enemigos.
El reparto más equitativo que existe es el de la inteligencia: todo el mundo cree tener suficiente.
El único matrimonio que hace feliz al hombre es el de sus hijos.
La cortesía es, ante todo, un buen negocio. Y que se ha de tener, sino en atención a los demás, por puro egoísmo.
El hombre que a los 20 años no cree en la mujer no tiene corazón, y el que sigue creyendo en ella a los 40 ha perdido la razón.
La vida es un naufragio en el que, a última hora, solo se salva el barco.
La bigamia es una institución en la que sobra una mujer; en esto se parece a la monogamia.
He aquí un gran argumento a favor del matrimonio: los que se arrepienten de haberse casado nunca son más que los que se casan.
Es un necio quien no puede enfadarse; pero es un sabio quien no se enfada, pues el enfado nada compone y solo castiga al mismo que se enfada
Ni el presuntuoso ni el fatalista están formados. Malo es el optimismo no razonado del primero, y malo también el pesimismo sistemático del segundo. La alegría es necesaria siempre, pero el optimi...
Es muy difícil saber todo lo que hace falta, y mucho más difícil ignorar todo lo que hace falta ignorar.
Solo hay un modo seguro de dar una vez en el clavo, y es dar ciento en la herradura. Algunos tienen la buena estrella de dar en el clavo la primera vez. Hay que perseverar en el intento
La vida no nos debe nada. Tal vez, si no tenemos presente esta pequeña verdad, nos conduciremos como si la vida nos pagara una deuda atrasada
Ve en derechura al hecho, pausadamente, y aporta por anticipado las medidas que deben adoptarse para paliar cualquier contratiempo y reducir las consecuencias a su mínima expresión
La felicidad no existe, es cierto; pero hay tantos sustitutivos, que no vale la pena romperse la cabeza buscando la felicidad
Cuando hayas hecho y conseguido muchas cosas dedícate únicamente a una, y esta hazla muy bien. Esta es la preocupación final más noble de todo triunfador
Dondequiera se puede vivir bien, pues vivir bien consiste en una absoluta adaptación nuestra al medio
Jamás te niegues a aceptar el premio de tu trabajo. El que se niega es más vanidoso que el que acepta; sabe que así dará más que hablar
Empieza por no tratarte con tus vecinos. Siempre es tiempo de hacer una excepción
Nadie sabrá mandar si no aprende a obedecer antes; ni será buen jefe si no sabe servirse a sí mismo. El buen jefe ha de poder realizar un trabajo mejor que el de los subordinados