El fracaso nunca será definitivo, si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni se disminuye.
Hay que practicar el arte de la paciencia, porque en la naturaleza nada se hace apresuradamente.
Así como la naturaleza no ha hecho provisión alguna para que mi cuerpo tolere el dolor, tampoco ha hecho provisión para que mi vida sufra el fracaso. El fracaso, como el dolor, es ajeno a mi vida.
Los hombres no fracasan, renuncian a seguir intentándolo.
La meditación y la oración alimentan el alma.
La naturaleza no conoce la derrota.
Si siento depresión, cantaré. Si siento tristeza, reiré. Si me siento enfermo duplicaré mi trabajo. Si siento miedo seguiré adelante. Si me siento pobre pensaré en la riqueza. Si me siento insig...
Hoy nunca ocurrirá de nuevo. No lo malgastes con un falso comienzo o con ningún comienzo en absoluto.
Los pequeños intentos, repetidos, completarán cualquier empresa.
La fuerza muscular podrá partir un escudo y aún destruir la vida, pero solo el poder invisible del amor puede abrir el corazón del hombre, y hasta que no domine este arte no seré más que un merca...
Disfrute hoy la felicidad de hoy.
Recordaré que una persona es tanto más pequeña cuanto más pequeñas son las cosas que la hacen disgustarse y andar triste.
Cada problema tiene un lado positivo.
Nunca te sientas avergonzado por intentarlo y fracasar, porque el que nunca fracasó, es el que nunca lo intentó.
El mañana solo se encuentra en el calendario de los necios.
Tus únicas limitaciones son aquellas que estableces en tu mente o que permites que otros establezcan por ti.
Borraré de mi vocabulario palabras como abandonar la idea, no puedo, irrealizable, sin esperanza, etc... Porque son palabras de personas que no tienen fe ni en sí mismas, ni en Dios.
La gente siempre responde positivamente a la alegría y el entusiasmo.
Los obstáculos son necesarios para el éxito.
La tasa del éxito es triplicar tu tasa de fracasos.