Lloro, a veces, porque no soy 20 años más joven, y no estoy sano. Pero si lo fuera, incluso sacrificaría mi escritura para entrar en la política.
Arafat se contradice cada cinco minutos. Él siempre juega la traición, mentiras, incluso si se le pregunta qué hora es.
Los musulmanes niegan nuestra cultura y tratar de imponer su cultura a nosotros. Los rechazo, y esto es no solo mi deber para con mi cultura-es hacia mis valores, mis principios, mi civilización.
En mi vejez, he estado pensando en esto, y he llegado a la conclusión de que aquellos que tienen el coraje físico también tienen valor moral.
¿Alguna vez has pensado que la guerra es una casa de locos y que todo el mundo en la guerra es un paciente?
He expresado mi opinión a través de la palabra escrita a través de mis libros, eso es todo.
Soy un ateo, y si un ateo y un papa piensan lo mismo, debe haber algo verdadero. Tiene que haber algo de verdad humana que está más allá de la religión.
El aumento de la presencia de los musulmanes en Italia y en Europa es directamente proporcional a la pérdida de nuestra libertad.
He llegado a la conclusión de que aquellos que tienen el coraje físico también tienen valor moral. Coraje físico es una gran prueba.
En el momento de renunciar a sus principios y sus valores, estás muerto, tu cultura está muerta, su civilización está muerta. Período.
No quiero oír hablar de mi muerte.
Tanto si se trata de un soberano despótico o un presidente electo, de un general asesino o un líder amado, veo el poder como un fenómeno inhumano y odioso.
Yo soy conocido por una vida dedicada a la lucha por la libertad, y la libertad incluye la libertad de religión.
Quizás porque no comprendo el poder, el mecanismo por el cual un hombre o mujer se sienten investidos o se ven investidos del derecho de mandar sobre los demás y de castigarlos si no obedecen. Venga...
No quise matar a un hombre. No soy capaz de matar a un hombre. Quise matar a un tirano.
Usted no puede sobrevivir si no conoces el pasado.
¿Cómo osa preguntarme por una solución? Es como preguntarle a Séneca por una solución. ¿Recuerda lo que él hizo? ¡Se suicidó!
No se puede gobernar, no se puede administrar, con un ignorante.
La gloria es una pesada carga, un veneno asesino, y sobrellevado también es un arte. Y tener que el arte es raro.
Somos una era sin líderes. Hemos dejado de tener líderes a finales del siglo 20.