Frases de Oscar Wilde ( 22 )


Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.

La fatalidad de los buenos propósitos es que siempre llegan tarde.

Un objeto hermoso en sí mismo no sugestiona al artista, pues carece de imperfecciones.

Las mujeres nos aman por nuestros defectos. Si no tenemos lo suficiente de ellos, van a perdonar todo, incluso nuestros intelectos gigantescos.

El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o una nación.

La razón de que todos seamos tan amigos de pensar bien de los demás, es que todos tememos por nosotros mismos. La base del optimismo es simplemente el miedo.

Cuando era joven pensaba que el dinero era lo más importante en la vida, y ahora que soy viejo yo sé que es así.

Todas las malas aguas poesía de sentimiento genuino.

Las buenas intenciones pueden tener valor en un sistema ético; pero en arte, no. No basta tenerlas; se ha de realizar la obra.

El pecado es la única nota viva de color que subsiste en el mundo moderno.

Un genuino artista no presta ninguna atención al público.

Un hombre que no piensa en sí mismo no piensa en nada.

El primer deber de un crítico de arte es tener la boca callada en todo momento y bajo cualquier circunstancia.

Los dos momentos más decisivos de mi vida fueron cuando mi padre me envió a Oxford y cuando la sociedad me envió a la carcel.

He descubierto que tan pronto como las personas son lo bastante viejas para estar enteradas, no se enteran absolutamente de nada.

Uno debe ser siempre un poco improbable.

Ningún hombre es lo bastante rico como para comprar de nuevo su pasado.

Las religiones mueren cuando se demuestra que son verdaderas. La ciencia es el archivo de las religiones muertas.

Un ojal realmente bien hecho, es el único vínculo entre el arte y la naturaleza.

Las mujeres aman a los hombres por sus defectos; si tienen bastantes, les perdonarán cualquier cosa, hasta una inteligencia gigantesca.