Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna.
El amor está muy bien a su modo, pero la amistad es una cosa mucho más alta. Realmente no hay en el mundo nada más noble y raro que una amistad verdadera.
La buena gente hace un daño enorme. Y por supuesto, el peor daño es conceder tanta importancia a la maldad. Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es encantadora o aburrida.
Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan solo encantadora o aburrida.
El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.
Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado.
Cuanto más analizamos a la gente, más se desvanece la razón de todo análisis. Tarde o temprano se llega a esa espantosa cosa universal a la que llamamos naturaleza humana.
El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.
Sí: soy un soñador. Porque un soñador es aquel que solo encuentra su camino a la luz de la luna y cuyo castigo es ver el alba antes que el resto del mundo.
Cómo tener confianza de una mujer que le dice a uno su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo.
En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.
Solo hay una clase social que piensa más en el dinero que los ricos: los pobres. Los pobres no piensan en otra cosa.
El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como uno quiere vivir.
Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.
No se puede hacer buena a la gente mediante una ley parlamentaria: eso ya es algo.
La mayoría de las personas son otras: sus pensamientos, las opiniones de otros; su vida, una imitación; sus pasiones, una cita.
Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.
Cada niño es un letrero viviente que dice: ¡Precaución!.