Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.
Ser natural es la más difícil de las poses.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
La única manera en que un hombre debe comportarse con una mujer es: haciendo el amor con ella, si es bonita, o con otra, si es fea.
La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
La realidad es que los éxitos se los llevan los fuertes y el fracaso los débiles, y eso es todo.
En asuntos de vital importancia, el estilo, y no la sinceridad, es lo verdaderamente vital.
La diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída.
Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.
Más veces descubrimos nuestra sabiduría con nuestros disparates que con nuestra ilustración.
Mejor ser un cohete caído que no haber resplandecido nunca.
Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida.
Los libros que el mundo llama inmorales son los que muestran su propia vergüenza.
Un tonto nunca se repone de un éxito.
El Libro de la Vida comienza con un hombre y una mujer en un jardín; termina con el Apocalipsis.
Como no fue genial, no tuvo enemigos.
Podria simular una pasión que no sintiera, pero no podria simular una que me arrasara como el fuego.
El desacuerdo total con tres cuartas partes de los británicos es uno de los principales elementos de salud mental, lo que resulta una profunda fuente de consuelo en los momentos de duda espiritual.
No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.