Seducimos valiéndonos de mentiras y pretendemos ser amados por nosotros mismos.
Durante tu ausencia, siempre en cosas chiquitas se va el tiempo; en las tiendas y en algunas visitas.
¡Ah! recibe mil besos, más de mil en la boca.
El más bello instante del amor, el único que verdaderamente nos embriaga, es este preludio: el beso.
El más difícil no es el primer beso sino el último.
En el amor no hay crímenes ni delitos, solo falta de buen gusto.
Si tú me amaras y yo te amase, ¡cómo nos amaríamos!.
Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.
El beso es la válvula de escape de la honestidad.
Ser feliz significa poder percibirse a si mismo sin temor.
Personalmente, yo solía creer en la reencarnación, pero eso era en una vida anterior.
Es necesario asemejarse un poco para comprenderse; pero hay que ser un poco diferentes para amarse.
La mujer escoge muchas veces al hombre que la ha de escoger a ella.