Vivid, creedme, no esperéis a mañana. Coged hoy las rosas de la vida.
Es un placer repleto de tristeza, es un tormento ornado de alegría, un desespero donde siempre se espera, un esperar que siempre desespera.
Así pues, si no me créeis, bella,
mientras vuestra edad florezca
en su novedad más verde,
recolectad, recolectad vuestra juventud:
al igual que le sucede a esta flor la vejez
hará q...