Los ignorantes se figuran que anarquía es desorden y que sin gobierno la sociedad se convertirá siempre en el caos. No conciben otro orden que el orden exteriormente impuesto por el terror de las ar...
Son cómicas las lamentaciones del gringo industrial, ex proletario que viene a hacer la América.
¿Quién dijo que en nuestra vida no vuelve la primavera? Vuelven amorosamente sobre nosotros innumerables primaveras. Nos renovamos siempre; vivir es renovarse. Olvidemos los fantasmas; esperemos en ...
Al luchar y al vencer colaboramos en la obra enorme, y también colaboramos al ser vencidos.
Sobre la humanidad se cierne un sueño confuso y grandioso. El horizonte está cargado de tinieblas, y en nuestro corazón sonríe la aurora.
No es el tiempo el que envejece, somos nosotros.
La prosperidad social exige iguales condiciones
No hay remordimiento más triste que el de no haber pecado.
Lo violento es estéril. Lo único seguro en una revolución es mancharse de sangre.
¿Qué es la poesía? El amor que descubre su propio ritmo.
Triste es que no se realice ninguno de nuestros sueños, y más triste, que se realicen todos.
Si suprimiéramos el oro ¿qué motivo de acción nos restaría? Sin terror ¿qué nos sacaría de la inmovilidad? Inventaríamos el amor, la solidaridad de los esfuerzos; descubriríamos que el egoí...
No habléis de las locuras del amor. ¡No! El amor es lúcido y sereno. El amor no mata. Lo bello, lo fuerte, no conduce jamás al asesinato. Los fuertes mueren tal vez, pero no matan.
Las autoridades no son verdaderamente lo que deberían ser. De ellas suele partir el desorden y el peligro. A veces es necesario un motín para restablecer el orden.
La aparición de la fuerza inclina a la desconfianza. Si deseas convencerme, suelta el palo, y si alzas el palo, sobran los discursos. Con las armas no se afirma la realidad: se la viola.
La naturaleza no podría engendrar nada nuevo, si la obligasen a conservar lo viejo. Las formas son infinitas, pero la materia no, y es forzoso fundir el bronce de las estatuas pasadas para hacer las ...
Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden.
Siempre inventamos grandes cualidades en los que nos adulan. Éste es el secreto de muchas carreras políticas.
Buscad el origen o el resultado de vuestra felicidad, y encontraréis la desgracia ajena.
La vida es ternura. Por eso no la comprendemos ni la comprenderemos jamás. La piedra no comprende a la brisa Medimos las órbitas de los astros, y nos quedamos atónitos ante una flor.