Frases de Reinaldo Arenas
Creo que mi madre fue siempre fiel a la infidelidad de mi padre y eligió la castidad. La castidad de mi madre era peor que la de una virgen, porque ella había conocido el placer durante unos meses y...

Y yo casi hubiera temblado de no haber sido porque hacía rato que estaba temblando.

Como si el tiempo conociese de cronologías, de progresos, como si el tiempo pudiese avanzar.

Más hermosa que todas las mujeres posibles (y esto basta para definirla).

...pues él no quiere más que mi muerte. Y yo no quiero más que mi vida.

Pero todo lo que uno desea, parace que por un burocratismo diabólico, se demora, aun la muerte.

Y no te asombres de mi astucia sino de tu ignorancia que la hace resaltar.

Pues Cuba es un país que produce canallas, delincuentes, demagogos y cobardes en relación desproporcionada a su población.

Con esa tristeza del desterrado que es desterrado de su destierro.

Los árboles tienen una vida secreta que solo les es dado conocer a los que se trepan a ellos.

Extraña amante, solo me queda contemplar tu rostro (que es el mío) porque tú y yo somos un río que recorre un páramo incesante, circular e infinito: un solo grito.

Otro sentido, nunca presentido cubre hasta el deseo realizado; De modo que el placer aún disfrutado, jamás podrá igualar al inventado

Después de vivir en este país (EUA) por algunos años he comprendido que es un país sin alma porque todo está condicionado al dinero.

Toda dictadura es casta y antivital; toda manifestación de vida es en sí un enemigo de cualquier régimen dogmático.

Realmente, el mundo esta poblado de brujas; unas más benignas, otras más implacables; pero el reino no solo de la fantasía, sino el de la realidad evidente pertenece a las brujas.

Yo siempre he pensado que a los escritores es mejor leerlos y conocerlos de lejos, pero no conocerlos personalmente porque se pueden sufrir terribles desengaños.

Sí, la valentía es una locura, pero llena de grandeza.

Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran

No es el muerto quien provoca el estupor es la sorpresa de ver cómo olvidamos su propia muerte, nuestro gran dolor

Las brujas que desde mi infancia me han acompañado, me escoltarán hasta las mismas puertas del infierno.