No vamos a interferir con la justicia... Dejemos que hable la justicia.
Los chilenos tenemos que ser capaces de entender que dentro de las instituciones de la democracia debe funcionar con libertad y soberanía.
La pobreza es la frontera que tenemos que ser capaces de cruzar.
En democracia, cada cuatro años todos somos iguales, todos valemos lo mismo, y con un lápiz y un papel dibujamos el país que queremos.