El invento de Bob Dylan con su guitarra pertenece a su manera a la misma especie de tradición de algo destinado a ser oído, como los cantos de Homero.
Tiene que haber, por supuesto, una relación entre la traducción y hacer poemas de su cuenta, pero lo que es yo no lo sé.
La pregunta es cómo llevar una obra de la imaginación de un idioma que fue como que se da por concedida por las personas que lo usaron como nuestro lenguaje es por nosotros mismos. No hay nada extra...
La poesía es, al menos, una elegancia y un máximo de una revelación.
Eso me ayudó a mantenerme en contacto conmigo mismo y para mantener el contacto con esta realidad extraordinaria lengua y la literatura en la que me había empujado un poco más.
Por supuesto, la otra y más grave forma en que todo sucede es que uno encuentra en los poemas y el lenguaje algo de calidad uno se apropia para sí mismo y que desea reproducir.