¿Y cómo puede no resistirse el dolor? Eso es lo que hacemos todos.
(los niños confían en el tacto y en la vista por igual, pero le dejan las tareas más fáciles al tacto) y
Abandonar a la persona con la que se ha vivido una década puede ser tremendo, pero no menos tremendo es para el que ha sido abandonado pedirle a aquel con quien ha vivido una década que vuelva.
Siempre sentí que me sobraba una mano; por algo el Mono nos hizo dobles, nos proveyó de «repuestos», por decirlo de alguna manera. No sería muy atractivo, pero podríamos vivir perfectamente con ...
estábamos, uno para el otro, asociados a la felicidad; ante cualquier cosa que me hiciera feliz, yo pensaba en ella.