Cuanto más he leído la Biblia y estudiar la vida de Jesús, más me he convencido de que el cristianismo no se propaga mejor a través de la fuerza, sino a través de la fascinación.
Los cristianos que han tenido mucho que decir con la boca y lo poco que mostrar con nuestra vida. Lamento que tantas veces hemos olvidado el Cristo de nuestro cristianismo.
Tenemos que ser políticamente comprometido, pero peculiar en la forma en que nos involucramos. Jesús y los primeros cristianos tenían una imaginación política maravilloso. Se volvieron todos los ...