La vida me enseñó unos cuantos trucos corazones, picas, tréboles y rombos juegan siempre juntos.
Si yo pudiera amar con reglas matemáticas, si todo fuera un cálculo elevado a nuestras lágrimas.
No me lo creo. Que al despegar tu puño de sus caras no sientas tú el dolor. Que al quitarte el casco no te ciegue la luz del Sol. Que al volver a tu casa te quede corazón suficiente, como para besa...