Volví a Jerusalén, y es en virtud de Jerusalén que yo he escrito todo lo que Dios ha puesto en mi corazón y en mi pluma.
El destino de los cantantes que, como mis canciones, subieron en llamas fue también el destino de los libros que más tarde escribí. Todos ellos subieron al cielo en llamas en un incendio que estall...
Nuestros sabios de bendita memoria han dicho que no hay que disfrutar de todo el placer en este mundo sin recitar una bendición.
Como resultado de la catástrofe histórica en la que Tito de Roma destruyó Jerusalén e Israel fue exiliado de su tierra, yo nací en una de las ciudades del exilio.