Frases de Thomas Jefferson ( 2 )
No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad.
A dónde podrá ir el que hasta aquí llegó, si más allá solo fueron los muertos.
El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos: es su fertilizante natural.
No se debe ser demasiado severos con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación.
Verdaderamente tiemblo por mi patria cuando pienso que Dios existe.
Estoy a favor de un gobierno que sea vigorosamente frugal y sencillo.
La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud.
El dinero y no la moral es el principio de las naciones fuertes.
No gastes tu dinero antes de ganarlo.
El más feliz es aquel de quien el mundo habla lo menos posible, sea en bien o sea en mal.
Ningún gobierno puede sostenerse sin el principio del temor así como del deber. Los hombres buenos obedecerán a este último, pero los malos solamente al primero.
No hay talento más valioso que el de no usar dos palabras cuando basta una.
No hay un rey que, teniendo fuerza suficiente, no esté siempre dispuesto a convertirse en absoluto.
Donde es libre la prensa, y donde saben leer todos los hombres, todo está a salvo.
Derechos iguales para todos, privilegios especiales para ninguno.
Los establecimientos bancarios son más peligrosos que los ejércitos permanentes.
Un error de opinión puede tolerarse cuando se deja vía libre a la razón para combatirlo.
Los libros son como capital. Un libro de la biblioteca dura tanto como una casa, más de cientos de años. No es, pues, un artículo de consumo, sino un artículo de capital, y, a menudo en el caso de...
La honestidad es el primer capítulo en el libro de la sabiduría.
El republicano es la única forma de gobierno que no está eternamente en guerra abierta o secreta con los derechos de la humanidad.