La columna vertebral moral de la literatura es sobre todo ese tema de la memoria. A mi juicio, parece claro que los que no tienen memoria tienen muchas más posibilidades de llevar una vida feliz.
Capacidad de las personas para olvidar lo que no quieren saber, a pasar por alto lo que está delante de sus ojos, rara vez se pone a prueba mejor que en Alemania en ese momento.