La educación es la trasmisión de la civilización.
Hablar mal de los demás es una forma deshonesta de alabarnos a nosotros mismos.
Lo más interesante en el mundo es un ser humano que se pregunta, sufre y plantea las preguntas que le han molestado en el último día de su vida, sabiendo que nunca va a conseguir las respuestas.
La civilización es el orden y la libertad es la promoción de la actividad cultural.
Puede ser cierto que no se puede engañar a toda la gente todo el tiempo, pero se puede engañar a los suficientes como para gobernar un país grande.
Hace sesenta años que lo sabía todo, y ahora no sé nada, la educación es un descubrimiento progresivo de nuestra propia ignorancia.
Los códigos morales se ajustan a las condiciones ambientales.
Una de las lecciones de la historia es que no suele ser una buena cosa que hacer y siempre es algo inteligente que decir.
En mi juventud hice hincapié en la libertad y en la vejez insisto orden. He hecho el gran descubrimiento de que la libertad es un producto de la orden.
Nuestro conocimiento es un espejismo que retrocede en un desierto en expansión de la ignorancia.
Ha habido solo 268 de los últimos 3.421 años libres de la guerra.
No hay nada en el socialismo que un poco de edad o un poco de dinero no cura.
Ningún hombre con prisa puede considerarse civilizado.
La educación es un descubrimiento progresivo de nuestra propia ignorancia.
La verdad siempre se origina en una minoría de uno, y cada costumbre comienza como un precedente roto.
La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo en las últimas veinticuatro horas, y muy poco en los últimos seis mil años.
Los banqueros saben que la historia es inflacionario y que el dinero es lo último que un hombre sabio acumular.
La ciencia nos da conocimiento, pero solo la filosofía puede darnos la sabiduría.
La naturaleza nunca ha leído la Declaración de la Independencia. Sigue hacernos desigual.
El hombre quedó libre cuando reconoció que estaba sujeto a la ley.