La tragedia de la vida y del mundo no es que los hombres no conocen a Dios, la tragedia es que, conociéndolo, todavía insisten en seguir su propio camino.
Religión falla si no se parecen a los hombres tal como son.
Resistencia no es solo la capacidad de soportar una cosa difícil, pero para convertirlo en gloria.