La ley, que restringe a un hombre de hacer daño a sus conciudadanos, a pesar de que disminuye la natural, aumenta la libertad civil de la humanidad.
Tan grande es, además, el sentido de la ley de la propiedad privada, que no autorizará la menor violación de la misma, no, ni siquiera por el bien general de toda la comunidad.
Los hombres fueron formados para la sociedad, y no es ni capaz de vivir solo, ni tiene el valor para hacerlo.
No promulgación del hombre puede considerarse ley a menos que se ajuste a la ley de Dios.