Uno de los mayores problemas que enfrentamos es que tenemos personas que tienen sus propios intereses particulares, ya sea en materia de aborto, control de la natalidad, el divorcio y el nuevo matrimo...
Cuanto más podamos reunirnos y hablar de diversas perspectivas, sentimientos, creencias, mejor.
Yo diría que la jerarquía ha hecho terribles errores de juicio y tiene que pedir perdón por sus miembros.
Esta es una crisis, pero hay una oportunidad para ayudar a revitalizar y renovar la comunidad católica.
Somos el punto de encuentro, una entidad que está tratando de conectar la fe y la cultura.