Frases de Xavier Velasco

La última vez que hice esto tenía un sacerdote enfrente. Y tenía una maleta llenísima de dólares, lista para salvarme del Infierno.

La estupidez podía ser también un estado de gracia compartido. La estupidez era una carcajada múltiple e irrefrenable.

En toda nación hay problemas que solucionar, en todo hospital hay heridas que curar; en toda hermandad hay mucho trabajo por hacer, y en todo buen corazón está el poder de hacerlo.

Cuando haces una obra de caridad, on en mi caso de solidaridad, te sientes con derecho a ser como eres y tener lo que tienes. Ya pagaste tu impuesto, ¿ajá?

Y a mí me gusta un hombre y zas: se chinga todo.

ella no lo sabe pero le estoy haciendo una promesa. Mañana es hoy

Te ríes cuando deberías horrorizarte. Te enamoras de mí cuando más bien tendrías que esquivarme.
¿Qué es una vida de verdad? ¿Cuando vas a la escuela? ¿Cuando tienes trabajo?¿Cuando vas al trabajo y dejas a tus hijos en la escuela? ¿Cuando tienes las suficientes fotos para llenar un álbum?...

Nunca creí que fueran necesarias tantas risotadas para sobrevivir a la tristeza. No es que esté uno contento con ser infeliz, sino que nadie puede serlo a toda hora.

¿Quieres reírte de mí? Cuando alguien me decía: Thank you, yo contestaba: Of nothing.

Los tímidos somos capaces de cualquier cosa

Siempre que uno recuerda alguno de esos sueños, le parece asombroso que inclusive dormido se tragara tantas incongruencias

Uno sabe que tiene madera de villano cuando descubre en cada límite ajeno un desafío propio.

Sólo hay algo mejor que gastar el dinero: contarlo. Porque sólo lo gastas una vez, pero puedes contarlo todas las que quieras, y decir: Es mío.

Yo creo que dos personas que se hacen reír tienen derecho a todo.

Toda la gente que se propone enderezar al mundo lo que en realidad quiere es enchuecarlo a su medida. No hay nada más torcido que un enderezador.
Puedo chillar de risa a las dos y cuarto y de tristeza a las dos y dieciocho. Y al revés, por qué no. Supongo que si metes toda la información en una misma bóveda, los llantos y las risas van apre...

un agente de seguros. Qué horrible profesión: alimentar a tu familia de la paranoia ajena.

Amar es soñar con mares en mitad de un largo insomnio.

Porque hasta cuando sabes que no puedes confiar en nadie te topas con que tienes que confiar.