Frases biblicas
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Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13.

Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. 1 Pedro 4:8.

El segundo es éste: ?amarás a tu prójimo como a ti mismo.? No hay otro mandamiento mayor que éstos. Marcos 12:31.

El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Romanos 12:9.

Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Colosenses 3:14.

Dios es amor. 1 Jn 4,8.

No hay temor en el verdadero amor. 1 San Juan 18.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Como yo os amé que así también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros...

El odio despierta contiendas, pero el amor cubre todas las faltas. Proverbios 10:12.

A Dios nadie lo ha visto jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros. 1 Jn 4,12.

Pon tus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ti. 1 Pedro 5,7.

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mt. 7, 7.

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8.

¿Con qué limpiará el joven su camino? Guardando tu palabra. Salmos 119:9.

Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13.

El Señor es mi pastor, nada me faltará. Salmos 23:1.

No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Lucas 12:32.

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, yo te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10.

En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia. Proverbios 17:17.

Porque yo sé los planes que tengo para vosotros ?declara el Señor? planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11.

Confíen en Jehová perpetuamente, porque en Jehová, el Señor, está la fortaleza eterna. Isaías 26:4.

Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, me rodearás con cantos de liberación. Salmos 32:7.

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14.

Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. Juan 15,7.

Él restaura mi alma, él me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Salmos 23:3.

Me alegraré y me regocijaré en tu misericordia, porque has considerado mi angustia. Has conocido a mi alma en las adversidades. Salmos 31:7.

Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo. Isaías 43:2.

Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. Deuteronomio 31:6.

Cree en el Señor y serán salvos tú y tu familia. Hechos 16:31.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7.

No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra. Is. 41, 10.

Deléitate también en el Señor y él cumplirá los deseos de tu corazón. Salmos 37:4.

Te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Yahvé tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Js. 1, 9.

Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor. Sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Colonenses 3:13.

El que cubre la trasgresión busca amistad, pero el que divulga el asunto aparta al amigo. Proverbios 17:9.

Dijo María: Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Lc 1,38.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.

Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7,7-8.

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad. Salmos 86:15.