Frases Cortas de Mario Benedetti. Encuentra docenas de Frases Cortas de Mario Benedetti con fotos para copiar y compartir.
La muerte es una tediosa experiencia; para los demás, sobre todo para los demás
Te quiero porque tus manos trabajan por la justicia
La generosidad es el único egoísmo legítimo
Porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero, si no te miro amor si no te miro
Con la tristeza se puede llegar lejos si uno va solo
Como es notorio Jesús no era cristiano pero sufría
En el amor es virtuoso ser fiel mas no fanático
Me jode confesarlo, pero la vida es también un bandoneón
Cuando la pena proviene del candor puede ser dulce
No somos cobardes, sino que no hemos encontrado aún nuestro coraje
Somos tristeza por eso la alegría es una hazaña
Ya lo sabes sin tropos ni bengalas la traducción mejor es boca a boca en el beso bilingüe van circulando dulces noticias
El pobre Dios tan solo tan sin nadie y tan sin vírgenes
Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.
Cuando anochece se estremecen los pinos y no es de frío
Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites.
Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar.
Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza.
Uno tiene en sus manos el color de su día... Rutina o Estallido.
Desde que los hijos educan a sus padres, se acabaron los complejos de Edipo."
No te rindas....
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento, por que no estas solo porque yo te quiero.
Cada suicida sabe dónde le aprieta la incertidumbre
No hay alegría más alegre que el prólogo de la alegría
Qué linda época aquella en que decíamos revolución
No sé tu nombre, solo sé la mirada con que me lo dices
Patrias de nailon, no me gustan los himnos ni las banderas
Si el corazón se aburre de querer para qué sirve.
Cómo disfrutan en un bando y en otro los asesinos
Pasan misiles ahítos de barbarie globalizados
Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida