Fuentes de schopenhauer. Encuentra docenas de fuentes de schopenhauer con fotos para copiar y compartir.
El Pueblo debe tener libre acceso a todas las fuentes y manifestaciones de la cultura y de la educación.
Que lo coja alguien, porque si voy yo van a pensar que soy Fuentes.
Si del amor hacemos la meta más cierta y el más cierto placer de nuestras vidas, ello se debe a que, por serlo para serlo, debe soñarse ilimitado solo porque es, fatalmente, limitado.
Un artista sabe que no hay belleza sin forma pero también que la forma de la belleza depende del ideal de una cultura. El artista trasciende, parcial y momentáneamente, el dilema, añadiendo un fact...
La muerte espera al más valiente, al más rico, al más bello. Pero los iguala al más cobarde, al más pobre, al más feo, no en el simple hecho de morir, ni siquiera en la conciencia de la muerte, ...
En la vejez se aprende mejor a esconder los fracasos; en la juventud, a soportarlos.
La arquitectura es una música congelada.
La existencia no es más que un episodio de la nada.
Un obstáculo capital del progreso del género humano es que la gente no escucha a quienes hablan con sensatez sino a quienes hablan más alto.
La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una ...
La rebeldía es la virtud original del hombre.
El medio más seguro de no llegar a ser muy infeliz es no pretender ser muy feliz.
Los celos matan el amor pero no el deseo. Este es el verdadero castigo de la pasión traicionada. Odias a la mujer que rompió el pacto de amor, pero sigues deseando porque su traición fue la prueba ...
Grita la gente por la condición melancólica y desconsolada de mi fllosofia. Pero eso se debe meramente a que yo, en vez de fabular un infierno futuro, como equivalente de los pecados de la gente, he...
La riqueza se parece al agua de mar; cuanta más bebemos, tanto más sedientos nos sentimos.
Una corona de laurel es una corona de espinas revestida de hojas.
De los males de la vida nos consolamos con la muerte, y de la muerte, con los males de la vida.
Si el ser humano estuviera destinado a pensar, no tendria oídos.
Las revoluciones las hacen los hombres de carne y hueso y no los santos y todas acaban por crear una nueva casta privilegiada.
Podemos comparar la sociedad con una hoguera cerca de la cual se calienta la persona prudente, pero a la debida distancia y sin meter las manos en ella, como hace el necio. Éste, tras haberse quemado...
Casi siempre me ocurre a mí con la gente lo que le ocurría a Jesús de Nazaret cuando llamaba a sus discípulos: que siempre estaban todos dormidos.
El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.
Si reinase la justicia bastaría con haber construido nuestra casa y no se necesitaría otra protección que la del derecho público de propiedad. Pero como lo que está a la orden del día es la inju...
La muerte de Sócrates y la crucifixión de Cristo forman parte de los grandes rasgos de carácter de la humanidad.
Todo amor genuino es compasión, y todo amor que no sea compasión es egoísmo.
La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da.
Solo a los reyes y a los criados -es decir a los dos extremos de la sociedad- se los llama por su nombre propio.
Los salvajes se devoran los unos a los otros y los mansos se engañan mutuamente; "curso del mundo" se denomina a eso. Los Estados con toda su artificiosa maquinaria dirigida hacia fuera y hacia dentr...
Un genio es el que es capaz de ver la idea en el fenómeno.
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.
La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones.
Las horas del muchacho son más largas que los días del viejo.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.
La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
El hombre es en el fondo un animal terrible y cruel. Lo conocemos como ha sido domesticado y educado por lo que conocemos como civilización.
La cantidad de rumores inútiles que un hombre puede soportar es inversamente proporcional a su inteligencia.
La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y menos aún lo que decimos.
Aunque el mundo contiene muchas cosas decididamente malas, la peor de todas ellas es la sociedad.
A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.