La bruyere
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La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos.
Más fácil es encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.
El amor que nace repentinamente mas tarda en irse.
La vida es una tragedia para los que sienten, y una comedia para los que piensan.
Los modales corteses hacen que el hombre aparezca exteriormente tal como debería ser en su interior.
Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro.
A veces, cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes.
Es empresa vana tratar de ridiculizar a un necio rico: las carcajadas están de su parte.
La gloria o el mérito de algunos hombres es escribir bien; la de otros no escribir nada.
Toda guerra termina en que: sobre el cuerpo del vencido cae exhausto el cuerpo del vencedor.
Los que emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su brevedad.
Las mujeres no simpatizan entre sí por los mismos motivos que agradan a los hombres.
Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.
Las mujeres son extremadas en todo: o son mejores o son peores que los hombres.
Es difícil decidir si la incertidumbre hace al hombre más desgraciado que despreciable.
Una cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia.
El amor y la amistad se excluyen mutuamente.
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído.
La imposibilidad en que me encuentro de probar que Dios no existe, me prueba su existencia.
Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.
Los amores mueren de hastío, y el olvido los entierra.
Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja.
La virtud, no por estar de moda, deja de ser virtud.
No admitir corrección ni consejo sobre la propia obra es pedantería.
La envidia y el odio van siempre unidos, se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
Hay una especie de vergüenza en ser feliz a la vista de ciertas miserias.
Cuanto más se acerca uno a los grandes hombres, más cuenta se da de que son hombres.
Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca.
La mayoría de los hombres emplean la mitad de su vida en hacer miserable la otra.
Cuando un pueblo se exalta es difícil calmarlo; pero cuando está tranquilo es difícil saber cuándo va a exaltarse.
Los médicos dejan morir, los charlatanes matan.
El tiempo fortalece la amistad y debilita el amor.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
Es más vergonzoso desconfiar de los amigos que ser engañado por ellos.
Hay personas que empiezan a hablar un momento antes de haber pensado.
El amor que nace súbitamente es el más tardo de curar.
LA MAYORÍA DE LOS HOMBRES EMPLEA LA PRIMERA
MITAD DE SU VIDA,
EN HACER MISERABLE EL RESTO DE ELLA.
Por: cancionXti
Si la pobreza es la madre de los crímenes, la falta de espíritu es su padre.
Un alma grande está por encima de la injuria, de la injusticia y del dolor.
