Solo hay una fuerza motriz: el deseo.
Aristóteles
La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.
Su falda semejante a viento azul que llega como una promesa concedida.
Trabajo en torno a la descripción y me desentiendo de todo intento que haga el soñante para desprenderse de él.
No puedo contentarme con tener razón yo solo.