El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.
Plutarco
Las pasiones contienen una injusticia y un interés propio que hace que sea peligroso seguirlas, y que convenga desconfiar de ellas, incluso cuando parecen muy razonables.
La ignorancia es atrevida.
Resulta difícil hacer frente a los errores de la época: si los combatimos, nos quedamos solos; si cedemos ante ellos, no conseguimos ni honor ni alegria.
Me darás lo más dulce y más amargo: una breve alegría, un llanto largo... sé que voy al dolor. Inútilmente.