El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás.
El verdadero sabio solo es riguroso consigo mismo; con los demás es amable.
Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer.
Los cazadores atrapan las liebres con los perros; muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación.
Los dichos injuriosos parece que nacen de sobrado rencor y sobrada malicia.
La amistad es animal de compañia, no de rebaño.
Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos.
No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.
La paciencia tiene más poder que la fuerza.
El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.
Lo que hagas sin esfuerzo y con presteza, durar no puede ni tener belleza.
Las mujeres, cuando aman, ponen en el amor algo divino. Tal amor es como el sol, que anima a la naturaleza.
Quien en zarzas y amores se metiere, entrará cuando quiera, mas no saldrá cuando quisiere.
Hay maridos tan injustos que exigen de sus mujeres una fidelidad que ellos mismos violan, se parecen a los generales que huyen cobardemente del enemigo, quienes sin embargo, quieren que sus soldados s...
Un pueblo que quiere ser feliz no ha de precisar las conquistas.
La fortuna no está hecha para los sillones: para alcanzarla, antes que mantenerse bien sentado hay que correr tras ella.
Un ejército de ciervos dirigido por un león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo.
Para saber hablar es preciso saber escuchar.
Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible.
La omisión del bien no es menos reprensible que la comisión del mal.