¡Qué contraste angustiante existe entre la inteligencia radiante del niño y de la mentalidad débil del adulto promedio.
Sigmund Freud
Dalí es como un hombre que vacila entre el talento y el genio, o, como una vez se podría haber dicho, entre el vicio y la virtud.
Mientras tanto, los temores de un desastre universal se hundieron a un mínimo histórico en el mundo entero.
Odio a los artistas que no son de su tiempo.
Ni temor ni esperanza de asistir a un animal moribundo, un hombre espera a su fin temiendo y esperando todos.