Una buena causa no hace que la guerra sea justa.
Frank Herbert
Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto.
Las palabras es todo lo que tenemos.
Si un rostro hermoso es una carta de recomendación, un buen corazón es una letra de crédito.
La guerra incondicional no conduce ya a la victoria incondicional.