Quietud: los cantos de la cigarra penetran en las rocas.
Matsuo Basho
No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.
Aunque la nobleza vive de la parte del que da, el agradecerle está de parte del que recibe; y pues ya dar he sabido, ya tengo con nombre honroso el nombre de generoso; déjame el de agradecido, pues ...
Hay algo que da esplendor a cuanto existe y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina.
Socorro tardío, socorro baldío.