Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oir ha de ser el doble que el hablar.
Baltasar Gracián
Cuando se presenta a la cultura científica, el espíritu no es nunca joven. Es incluso muy viejo, pues tiene la edad de sus prejuicios.
En las flores silvestres de verano Se estremece aún El sueño de gloria de los guerreros.
Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción. Pero los siglos y la vida que siempre se renueva engendraron también una generación de amadores y soñadores; hombres y muj...
Lloren los ojos, mas no el alma.